Un libro es un vehículo de conocimiento para transmitir la cultura. De hecho, la cultura es un derecho constitucional de todos los ciudadanos. ¿Entonces, cómo se fijan los precios de los libros?
¿Son bienes económicos o bienes culturales?
Hacemos un recorrido por la ley del precio fijo, las limitaciones legales para los descuentos y la herramienta del escandallo editorial.
El libro: un bien cultural como vehículo de transmisión de cultura
Los libros no son una mercancía cualquiera, y es que al ser considerados como un depósito de conocimiento humano y un bien cultural su valor difiere al de un simple bien económico.
A raíz de esta diferenciación, se aplica un régimen especial para establecer el marco normativo de los libros, descrito en la ley 10/2007 de la lectura, del libro y de las bibliotecas.
Los libros necesitan circular, ya que la lectura es una herramienta básica para el desarrollo de la personalidad y un “instrumento para la socialización; es decir, como elemento esencial para la capacitación y la convivencia democrática”, como describe el BOE.
Junto con una serie de pautas, la principal característica descrita por la ley, es el establecimiento del precio fijo para los libros además de un I.V.A. reducido del 4%.
El precio fijo hace referencia a un precio determinado y especificado por el editor, por debajo del cual las librerías y los vendedores no pueden vender el libro.
Es justamente en el capítulo IV, de la ley 10/2007 donde se describen los puntos más concretos del régimen jurídico del libro.
Así, el precio fijo se establece independientemente del lugar donde se realice la venta, además de constar la obligación de marcar el precio de venta al público (P.V.P.) en el libro. En ese capítulo se describe además que el P.V.P. fluctuará entre el 95% y el 100% del precio fijo.
En ese margen del 5% se encuentra la limitación legal para realizar descuentos en los libros, con sus excepciones. Y es que los precios podrán alcanzar descuentos del 10% para eventos señalados en celebración de los libros, como las ferias del libro. Además las instituciones educativas, científicas o culturales podrán beneficiarse también de descuentos de hasta el 15%.
El escandallo editorial para determinar la cadena de valor del libro
El escandallo editorial es una de las herramientas clave para los editores, ya que les permite saber la viabilidad de un libro. A través de este recurso económico y contable se calculan los costes de fabricación y de producción del libro así como su precio final para poder estimar las ganancias.
De esta manera existen diferentes escandallos editoriales según se trate de un libro impreso o de un libro digital. Entre los elementos se destacan los derechos de autor, el diseño, la maquetación, la impresión, el marketing, y las correcciones.
Típicamente los distribuidores, editores y vendedores suelen representar el 90% del beneficio, mientras que el autor percibe el resto.
Los libros usados: una excepción a la ley del precio fijo
Si hemos comentado cómo se establece el precio fijo de los libros, cabe destacar que el sector de los libros usados funciona diferentemente, ya que no se aplica la ley del precio fijo.
Numerosos factores determinan el valor monetario de un libro de segunda mano, como por ejemplo el autor del mismo, la cantidad de ediciones (y es que cuánto más difícil sea de conseguir un libro usado, mayor será su valor económico), además de la temática de la que trata la obra.
Un mercado online que está floreciendo estos últimos años, gracias a la donación de libros usados que garantiza una circulación más dinámica y variada de estos tan importantes bienes culturales.
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