Empresa eco ciudadana: ¿Qué quiere decir?


Con la celebración de la cumbre de la ONU sobre el cambio climático ubicada en Madrid hasta el 13 de diciembre, la urgente necesidad de reorientar los modelos de negocio está en el punto de mira. 

El Parlamento Europeo declaró a finales de noviembre la “emergencia climática y medioambiental” en un texto que también solicitaba que la Comisión Europea pusiese todas las medidas necesarias para garantizar que las propuestas legislativas y presupuestarias tengan por objetivo limitar el calentamiento global a 1,5ºC como máximo. 

Entre las medidas propuestas, la Unión Europea deberá reducir sus emisiones el 55% en el año 2030 así como recortar las emisiones del transporte marítimo y de la aviación. 

¿Pero cuál es el papel del ciudadano en este contexto? y sobre todo, ¿ qué medidas están a su alcance para apoyar modelos de negocio más sostenibles?

Las empresas eco ciudadanas: ¿cómo funcionan?

Las empresas han ido evolucionando a pasos agigantados en los últimos sesenta años. Si su motor principal era antes el económico, poco a poco, con los cambios sociales, estas han ido desarrollando la necesidad de agregar más compromisos a sus modelos de negocio.

Entre ellos, dos de los más recientes son el capital humano y social a través de la ética de empresa y de los valores sociales a los que el negocio se adhiere. 

¿El siguiente paso? La necesidad de que el capital medioambiental sea también un requisito básico de los compromisos empresariales. Sin embargo, parece ser que aún queda un largo camino por recorrer.

Justamente es, en ese contexto, donde surge el concepto de empresas eco ciudadanas: sistemas económicos que hacen usos más eficientes y sostenibles de las tecnologías y de los recursos naturales, y que producen liderazgo social para aportar beneficios a la sociedad y al ciudadano. 

Estos modelos de negocio ofrecen además la oportunidad al ciudadano de poner su granito de arena contra el cambio climático y participar en una economía más sostenible y social. 

Ecología y consumo: el poder del ciudadano

La toma de conciencia de la necesidad de cambiar ciertos hábitos de consumo es sin duda elemental, sin embargo pasar a la acción no siempre resulta sencillo.

Como ciudadano a veces es de lo más complicado encontrar la línea justa entre la voluntad de contribuir a una sociedad más sostenible, y adoptar las medidas necesarias para cambiar los hábitos de consumo.  

Como todo cambio duradero, la clave está sin duda en tomar pequeñas acciones paso a paso: empezar a participar en la economía circular, informarse sobre los compromisos sociales y medioambientales de las empresas, entender sus modelos de distribución y de producción, etc. 

El ciudadano está sin duda adquiriendo cada vez más poder como consumidor por el mero hecho de poder elegir de manera informada consumir en una u otra empresa. Un acto a primera vista bastante simple pero que a largo plazo se revela un potente generador de cambio.

Desde Reciclibros, te proponemos que tomes una sencilla acción para participar en la transición hacia una sociedad más responsable: dona tus libros usados. 

¡Te esperamos!


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