La asociación de Editores de Madrid ha entregado este año el XXIV Premio Antonio de Sancha a la Biblioteca Resistiré que surgió en el Hospital provisional de IFEMA de la mano de sanitarios y voluntarios gracias a la donación de libros usados.
Un interesantísimo proyecto que nació en una situación crítica, durante el primer pico de la pandemia por Coronavirus en España, y que según el director general de CEDRO, Jorge Corrales, aportó un enorme valor al “trabajar en recetar las vitaminas intelectuales que son los libros”.
Vitaminas intelectuales en plena pandemia
La biblioteca Resistiré empezó el 30 de marzo de 2020 cuando sanitarios y voluntarios ofrecieron libros, revistas y otros pasatiempos a los 4.000 pacientes ingresados por COVID en el hospital provisional de IFEMA.
Los pabellones 7 y 9 fueron los encargados de distribuir entretenimiento literario durante los inicios de la pandemia como soporte para mejorar la enfermedad.
Las enfermeras del SUMMA 112 Ana Ruiz y Alba Justicia, fueron las promotoras de esta iniciativa, junto con los voluntarios de SAMUR Mar Eguiluz y José Luis Molinero. Un proyecto que fue y sigue siendo aplaudido pese a que la biblioteca Resistiré cerrara sus puertas el 1 de mayo de 2020, coincidiendo con el cierre del hospital provisional de IFEMA.
Justamente, debido a la gran acogida de la iniciativa y la importante recaudación de libros donados, el libro se ha ido alzando como una herramienta de “apoyo fundamental para los enfermos” como recalca la Comunidad de Madrid. Por esa razón, la biblioteca Resistiré ha ido ampliando su actuación a otros hospitales y a diferentes delegaciones en hoteles hospitalizados.
La donación de libros: un importante pilar de la sociedad
La necesidad de crear pautas y proyectos que impulsen la economía circular y redes de solidaridad se ha puesto incluso más de manifiesto este 2020.
Y es que, el poder de la comunidad y de las iniciativas solidarias pueden llegar a crear un efecto positivo y duradero en la sociedad.
Paulatinamente la economía circular va tomando más fuerza en nuestras rutinas: consumir localmente, reutilizar nuestros bienes, donar lo que no necesitemos, y consumir críticamente sabiendo de dónde provienen los productos, son algunas pautas que están empezando a ser cada vez más compartidas por la población española.
Desde Reciclibros, apoyamos tanto los compromisos de solidaridad como de ecología al fomentar la donación y recogida de libros usados reduciendo al máximo nuestras emisiones de CO₂ gracias a nuestros vehículos eléctricos. Además estamos comprometidos con asociaciones que luchan contra el analfabetismo y mejoran el acceso general a la cultura al destinar un 10% de los ingresos netos generados por la venta de libros usados.
Apostamos por la bibliodiversidad, para que las ideas y los libros puedan circular libres, ¿te unes con tus libros usados?
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